Redactado por:
Adriana Camila Saenz Osorio – Alumna de Ingeniería Económica y de Negocios
Jesus Alonso Baldeón Castillo – Alumno de Ingeniería Económica y de Negocios
La economía peruana creció un 3,33% en el primer semestre de 2025, pero ¿por qué la población no percibe cambios significativos? El país crece, pero ¿realmente mejora la calidad de vida de los ciudadanos? ¿Qué hay detrás de estos números?
El Perú enfrenta un desafío central: lograr un crecimiento sostenible que se traduzca en mejoras reales para su población. Los obstáculos estructurales siguen presentes, con un estancamiento en la PTF y una competitividad decreciente, lo que refleja el agotamiento de nuestras fuentes tradicionales y la falta de nuevas capacidades productivas, tecnológicas e institucionales.
La PTF, principal fuente de crecimiento a largo plazo, pasó de crecer 3,7% anual entre 2002 y 2008 a registrar -0,4% entre 2016 y 2023, limitando el crecimiento potencial por debajo del 2,5%. El Índice de Competitividad del IMD revela retrocesos en infraestructura, eficiencia gubernamental y calidad institucional. El país enfrenta graves brechas en servicios básicos.
La calidad del Estado es un determinante directo de la productividad: sin instituciones sólidas, no hay círculo virtuoso de crecimiento. Reconstruir nuestras instituciones democráticas es urgente. Además, debemos cuidar nuestra fortaleza macroeconómica, la “joya de la corona” construida en tres décadas, que no debe ponerse en riesgo con un gasto excesivo, especialmente en un año electoral.
Perú no carece de recursos ni oportunidades, sino de liderazgo para ejecutar las reformas necesarias. El gobierno actual, a pesar de contar con un entorno favorable, enfrenta falta de acción y desaprobación, marcando una etapa de parálisis política. Mientras tanto, el país observa discursos vacíos que no mueven la aguja económica. El mundo nos sonríe hoy, pero no lo hará para siempre.
Frente a este escenario, el riesgo de caer en la trampa del ingreso medio es cada vez más tangible. Si no diversificamos nuestra base productiva, invertimos en innovación, capital humano e infraestructura, y fortalecemos las instituciones, seguiremos atrapados en un crecimiento mediocre. La expansión de la informalidad y su convergencia con economías ilegales amenazan la viabilidad del Estado. El proceso electoral de 2026 podría ser un punto de inflexión. La pregunta es si estaremos dispuestos a liderar más allá de los intereses personales o, una vez más, nos quedaremos a mitad de camino.
Lo que sigue: No se pierdan el segundo capítulo de nuestra saga de productividad sobre la trampa del ingreso medio y las oportunidades para el crecimiento. Sígannos para profundizar en los factores clave que determinarán el futuro económico del país.
Lee el informe completo aquí: https://clac.cientifica.edu.pe/wp-content/uploads/2025/08/SAGA-DE-PRODUCTIVIDAD-Capi%CC%81tulo-1.pdf
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