Iniciativa Tech & Law de la Facultad de Derecho y Economía de la Universidad Científica co-organiza la sexta edición del Cyberspacecamp 2025

Con fecha 04 de septiembre de 2025, se llevó a cabo la sexta edición del CyberSpaceCamp “IA & DERECHO: Repensando las reglas de juego”, un evento que fue co-organizado por la iniciativa Tech & Law de la Universidad Científica del Sur, en alianza con ITechLaw y Niubox que tuvo lugar Sede Villa. La jornada se constituyó como un encuentro que reunió a destacados profesionales y especialistas en derecho tecnológico, quienes reflexionaron sobre los avances de la Inteligencia Artificial (IA), la innovación y los desafíos regulatorios que plantea esta nueva era.

La jornada inició con la intervención de Óscar Montezuma, quien recordó que la relación entre derecho e inteligencia artificial no es reciente, sino que ya se ha venido estudiando desde el año 1950. En ese sentido, como parte de su ponencia, cuestionó el término “Inteligencia Artificial”, sosteniendo que en realidad hablamos de sistemas avanzados de lenguaje e información. Posteriormente, Rodrigo Velasco abordó la regulación de la IA y comparó los enfoques de los países de Estados Unidos y China: mientras el primero optó por evitar una regulación directa, el segundo promueve normas específicas para impulsar la innovación local. En contraste con ello, desde el plano nacional se destacó la Ley 31814, primera norma que promueve el uso de tecnología con un enfoque centrado en la persona, la seguridad y la protección legal.

Asimismo, en la discusión de los paneles se profundizó sobre el rol del Estado en la regulación tecnológica. Los especialistas coincidieron en que la prohibición no es el camino, sino el establecimiento de un marco que proteja derechos fundamentales bajo un enfoque de riesgos. La necesidad de realizar análisis de impacto regulatorio fue un punto clave dado que, sin este mecanismo las leyes corren el riesgo de frenar la innovación. La mesa de discusión, liderada por Anaís Zavala, Richard Marini y Bruno Fernández, subrayó la importancia de promover consultas públicas para dotar de legitimidad y eficacia a las normas.

La segunda parte del encuentro estuvo marcada por experiencias prácticas en el sector privado y académico. Desde la experiencia de la empresa Entel se compartió el caso de “Robert IA”, una herramienta que lleva un año y medio en funcionamiento y que permite al área legal procesar documentos, realizar seguimientos automatizados y conectarse con plataformas de gestión en un entorno seguro. Gracias a ello, los abogados pueden centrar sus esfuerzos en tareas creativas y estratégicas. Así, con más de 220 proyectos internos enfocados en la Inteligencia Artificial en evaluación, la compañía vislumbra un futuro donde la colaboración entre humanos y sistemas inteligentes se convertirá en la nueva normalidad.

Por otra parte, desde la academia, se destacó la necesidad de incorporar la IA en los procesos formativos. En ese orden de ideas, Olga Alcántara y diversos docentes señalaron que los estudiantes deben interactuar y experimentar con estas tecnologías dentro de las aulas, superando miedos y entendiendo que la ética y la responsabilidad son pilares indispensables para su uso. Herramientas como Obsidian, Research Rabbit o ChatGPT fueron mencionadas como ejemplos de cómo la IA puede potenciar el aprendizaje y la investigación, siempre que exista un acompañamiento docente.

Por su parte, en el bloque sobre gobernanza y responsabilidad, los especialistas Diego, Fátima y Eduardo coincidieron en que aún se está “escribiendo la historia de la Inteligencia Artificial”. La gran pregunta gira en torno a quién asume la responsabilidad cuando una máquina comete un error. Mientras que algunos defendieron la necesidad de contar con marcos regulatorios objetivos y principios éticos sólidos, otros recordaron que la responsabilidad no debe trasladarse a las máquinas, sino a las personas e instituciones que las diseñan, implementan y supervisan. El debate incluyó referencias a proyectos de ley en América Latina, la importancia de evitar la sobrerregulación y la urgencia de contar con marcos normativos flexibles que acompañen la innovación sin comprometer derechos fundamentales.

La presente edición cerró con una reflexión conjunta: la inteligencia artificial puede ser vista como moda, herramienta o amenaza, pero lo cierto es que su impacto ya es innegable. Como expresó uno de los panelistas, “la responsabilidad del uso de la IA es de todos, y dependerá de nuestras decisiones que se convierta en una oportunidad de progreso o en un riesgo mal gestionado”.

Finalmente, desde la Facultad de Derecho y Economía felicitamos a la iniciativa Tech & Law por co-organizar la edición del CyberSpaceCamp 2025, evento que reafirmó que el futuro del derecho y la tecnología debe construirse de manera colaborativa, interdisciplinaria y con visión de largo plazo. Entre el entusiasmo por la innovación y la cautela frente a los riesgos, el encuentro dejó claro que la clave está en regular sin frenar, innovar sin excluir y soñar sin perder de vista la responsabilidad social.

 

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